Te explico de qué va esto si acabas de aterrizar por aquí. He creado un espacio donde compartir mis experiencias y mis movidas. Un espacio donde reflexionar y en el que podamos crear y compartir pensamientos.

¿Qué me preocupa? ¿Dónde estoy y a dónde quiero llegar? Esto no va de teorías ni cuentos, aquí voy a explicar qué me preocupa a mi, qué me ha pasado y cómo he intentado solventarlo.

Pero para ello primero tienes que conocerme, o mejor dicho, primero quiero que no me conozcas.

¿Te atreves a no conocerme?

En un mundo donde todos intentan definirse, me parece igualmente importante aclarar quién no soy. Esto no solo proporciona una perspectiva clara de mi identidad, sino que también establece expectativas realistas sobre mi propósito y mis capacidades.

No soy psicólogo, ni tengo formación académica en salud mental. Nunca he tratado a nadie ni estoy capacitado para hacer diagnósticos de enfermedades. Mis reflexiones y consejos no sustituyen la orientación profesional; son simplemente el resultado de mis experiencias y aprendizajes personales. Soy un chico de 34 años con varios proyectos en mente y una empresa que gestiono con pasión. Mi objetivo es compartir lo que me funciona en el día a día para manejar la carga mental y emocional que conlleva ser emprendedor y equilibrar la vida personal.

No soy un gurú ni un experto en ninguna materia específica. No tengo todas las respuestas, y no pretendo tenerlas. Lo que ofrezco son mis vivencias, las lecciones que he aprendido en mi camino y las estrategias que aplico para mantenerme equilibrado y motivado. No soy infalible ni tengo una vida perfecta. Al contrario, he cometido errores, he enfrentado desafíos y continúo aprendiendo cada día.

No soy una figura inaccesible. Quiero que este espacio sea un lugar donde todos podamos comunicarnos, compartir nuestras experiencias y apoyarnos mutuamente. Aquí no hay jerarquías ni títulos que nos separen. Soy simplemente un ser humano, al igual que tú, navegando las complejidades de la vida con la esperanza de ser un poco mejor cada día y de encontrar felicidad en el proceso.

Al compartir lo que no soy, espero que entiendas mejor quién soy realmente: alguien apasionado por la vida, con ganas de crecer y ayudar a otros en su camino. Juntos, podemos crear un espacio de aprendizaje y apoyo mutuo, donde cada uno aporte su granito de arena para hacer de nuestras vidas algo más pleno y significativo.